Frontispicio coronado por una representación del Espíritu Santo flanqueada por el escudo de la Corona francesa a la izquierda, con tres flores de lis, y el blasón de la Francia equinoccial, con un sol, a la derecha. Bajo ellos se lee el lema extraído del Antiguo Testamento “Et permanebit cum sole” (Salmo 71). Bajo el Espíritu Santo se representa a la Iglesia de Francia como una mujer con Corona y dos cetros, rodeada de querubines que sujetan lemas en latín. A ella acuden hombres y mujeres de Maranhão ataviados sólo con taparrabos implorando les deje entrar en ella. Bajo la Iglesia se sitúa el título de la obra flanqueado por dos religiosos a quienes dos marañenses arrodillados dirigen palabras de súplica y agradecimiento. El religioso de la izquierda, con mitra y llave, es San Pedro, mientras que el de la derecha, ataviado con el hábito capuchino y sujetando un crucifijo, podría representar un misionero capuchino anónimo. Cerrando el frontispicio, bajo los pies de ambos religiosos aparecen dos escenas rodeadas por frases en latín. En la de la izquierda, aparecen unos nativos practicando el canibalismo; en la de la derecha, dos capuchinos bautizando a unos hombres desnudos.